lunes, 23 de febrero de 2009

Todo no podía ser tan idílico

Estos días he jugado de nuevo a la rayuela [ al mundo ].

He lanzado mi tiza y he brincado en un pie.




Llueve y me gusta porque la tierra se vuelve un cielo con estrellas de agua.


Al parecer el tiempo está pasando de medirse con latidos a medirse con reloj, y eso a veces me causa tristeza antes de dormir. Una tristeza muy callada, casi muda.


No extraño, porque no hay de extraño, hay menos y cada vez menos.

Y cuando ya no haya más, guardaré lo que queda entre sístole y diástole.







Extractos de la carta de La Maga a Rocamadour (Rayuela, Cap. 32):


"Estás durmiendo o mirándote los pies. Yo aquí sostengo un espejo y creo que sos vos. Pero no lo creo, te escribo porque no sabes leer. Si supieras no te escribiría o te escribiría cosas importantes. Alguna vez tendré que escribirte que te portes bien o que te abrigues. Parece increíble que alguna vez ... Ahora solamente te escribo en el espejo, de vez en cuando tengo que secarme el dedo porque se moja de lágrimas."

"Hay una cosa que se llama tiempo ... es como un bicho que anda y anda."

"No, yo tampoco querría que nadie leyera una carta que es solamente para mí. Un gran secreto entre los dos ..."

"Ya no lloro más, ... , pero es tan difícil entender las cosas, necesito tanto tiempo para entender un poco eso que ... los otros entienden en seguida, pero ellos que todo lo entienden tan bien no te pueden entender a ti y a mí, no entienden que yo no puedo tenerte conmigo, ... no entienden y en realidad no les importa, y a mí que tanto me importa solamente sé que no te puedo tener conmigo, que es malo para los dos, que tengo que estar .... quién sabe hasta cuándo ayudándolo a buscar ... porque serás un hombre y también buscarás como un gran tonto."

"Me trata de sentimental, me trata de materialista, me trata de todo porque no te traigo o porque quiero traerte, porque renuncio, porque quiero ir a verte, porque de golpe comprendo que no puedo ir, porque soy capaz de caminar una hora bajo el agua ..."

"Porque el mundo ya no importa si uno no tiene fuerzas para seguir eligiendo algo verdadero, si uno se ordena como un cajón de la cómoda y te pone a ti de un lado, el domingo del otro, el amor de la madre, el juguete nuevo, ... , el tren, la visita que hay que hacer."

"Pero lloro lo mismo, ... , me equivoco, porque a lo mejor soy malo(a) o estoy enfermo(a) o un poco idiota, no mucho, un poco pero eso es terrible, la sola idea me da cólicos, tengo completamente metidos para adentro los dedos de los pies, voy a reventar los zapatos si no me los saco, y te quiero tanto, ... , bebé ... , dientecito de ajo, te quiero tanto, nariz de azúcar, arbolito, caballito de juguete ..."

domingo, 8 de febrero de 2009

La Excepción.

Hoy por misteriosas razones, desafiando mi agnosticismo, fui a un templo. Oré por todos aquellos que han hecho de mi vida algo muy valioso, pedí por mis seres más queridos. Recordé a mis queridos en el presente, a quienes ya partieron de este mundo pero que permanecen en mi corazón. Mientras permanecia con los ojos cerrados y las manos juntas, muchos momentos pasaron por igual en mi mente y mi corazón.

Hoy me percaté que muchas veces llevamos lastres, que hay acontecimientos que nos impiden empezar lo que en un momento tanto queremos, hay mucho de misterioso pero tambien de sensato en cada una de las cosas que elegimos hacer. Pero la voluntad, la integridad, el cariño, la sinceridad y el respeto resultan sumamente admirables y dignos de ejecutarse en la dimensión humana que ahora me correspondió existir.

Y yo ya elegí, la decisión espero sea la que me proporcione esa sensación de satisfacción al abrir los ojos cada mañana.

Sólo espero que tú tambien sientas lo mismo pronto. Y que no resulten dañadas las cosas más preciosas que se puede tener en la vida: Uno mismo y los más cercanos.

lunes, 2 de febrero de 2009

Costa Verde

Va mi cuerpo, desplazándose a más no poder. Joven inclinándose sobre sí mismo para volver a erguirse, brazos que se flexionan y se estiran para cambiar una realidad corpórea. Mente metidante, cuerpo en sanación. Todo para acabar el recorrido con un ligero dolor, un dolor agradable cuando el sol quema y retrocede, y cuando se ve que cada día la balanza apunta cada vez un poquito más a la izquierda. Bien.
Las huellas en la arena las borra el mar. Pero me pregunto cómo se van a borrar tus huellas. Soy un optimista declarado, pero me da pena que las cosas no sean para siempre en el momento en que parecen tan eternas. No esperaré para siempre pues tampoco soy eterno. Cierto.
Sólo un simple vagabundo que ahora estira 6 cuerdas y una voz por las noches.