sábado, 6 de septiembre de 2008

Cariño.

Dos/palabras.

Dos palabras que se leen y se escuchan muy bien, dos palabras que tal vez se encuentran desgatadas ya por la historia, dos palabras que encierran un misterio y dan una tan esperada revelación, dos palabras que me llevan al mar y me mandan de regreso a casa, dos palabras que duelen para reconfortar, dos palabras que a veces son tres o cuatro, dos palabras que al contarlas cuentas con alguien, dos palabras que pueden ir en un espejo y no reflejar absolutamente nada porque simplemente habitan en los corazones y no en objetos diferentes de mi y tú, dos palabras que nos dan el cielo sin importar el tiempo ni el lugar, dos palabras que siempre cambian para mejor o peor, dos palabras que me hacen soltar algunas lagrimas antes de dormir, dos palabras que cuando al verla todo se hace tan increíblemente estupendo, dos palabras que en mi vida quitan el tiempo, dos palabras que en medio del frío sueltan vapor, dos palabras criminales que despiertan del sueño gentilmente, dos palabras y la música que provoca recostarse en el silencio, dos palabras detrás de las almohadas escuchan indiferentes los improperios confusos cuando se duerme, dos palabras que resultan a veces sencillamente complicadas, dos palabras que intento expresar en dos palabras, dos palabras que ya no son dos palabras, dos palabras nomás, dos palabras que repito de forma constante y desigual, dos palabras, dos, palabras.

Dos palabras creciendo lentamente, dos palabras que no van a serlo pero que estarán cuando llegue el momento porque para esas cosas no son necesarias las palabras pero sí algo desafiando toda predicción posible y ajena de cambios que nos dejan llegar a todo lo que nos dirigimos con tanta sinceridad.

DosPalabras.